Una de las tendencias más recientes y fuertes que aspira a permear a diversos sectores de la economía es lo que se llama “using”. La misma se inscribe dentro de una tendencia más amplia: la economía colaborativa. Por contraposición al más fuerte aspecto del siglo 20, la propiedad de las cosas (owning), el using propicia la idea que no hace falta ser dueño para usufructuar, sino que lo que hace falta es ser “usuario de”. Y lo interesante es que esto conlleva beneficios para ambas partes, las empresas y sus clientes/usuarios.
¿Qué implicancias tiene en los negocios? Veamos. Algunos de los más exitosos modelos de negocios y lanzamientos tecnológicos de la primera parte del siglo 21 son creadores de esta tendencia. Facebook, Airbnb, entre otros, no son dueños de lo que muestran como servicio a sus usuarios. Facebook siendo la mayor plataforma de contenidos del mundo, no produce un solo contenido, lo producen sus usuarios. Airbnb, siendo la plataforma de alojamiento con más usuarios en el mundo, no es propietario de un solo alojamiento.
Ahora bien, ¿Cómo se traslada al resto de los sectores más tradicionales? La vanguardia la lleva la industria automotriz. Debido cambios en el comportamiento de los consumidores, se están creando nuevos modelos de negocio donde lo importante deja de ser la propiedad del automotor sino su uso: movilidad compartida. Los usuarios tienden a restarle importancia a ser propietarios de un automóvil, aunque si les interesa hacer uso en determinados momentos. Los fabricantes más importantes del mundo están observando que están tendencia se fortalece entre las nuevas generaciones y tendrá un impacto fuerte sobre sus ventas.
¿En qué tenemos que pensar? Bien, es evidente que la humanidad está cambiando algunos de sus paradigmas de consumo, en muchos casos motivados por una mayor conciencia ambiental y social, en otros por cambios en valores fundamentales que dejaron de ser importantes. Aprovechar ésta oportunidad significa pensar básicamente en nuevos modelos de negocios con los cuales poder capturar el valor que alimenta este nuevo tipo de comportamientos.
Después de todo, quién dijo que algo tan fundamental para nosotros como ser dueños de algo para usufructuar no pueda cambiar.