Transformar las ideas en hechos, los proyectos en algo concreto realizado con la participación de otras personas en el trabajo es un desafío del liderazgo contemporáneo. Los Directivos de las organizaciones suelen vincular algunos de sus fracasos o de la falta de avances con el hecho que su personal en distintos niveles no saben/pueden/quieren “hacer lo que hay que hacer”.
HACER QUE SUCEDA ES UN PROCESO
- Preparar el terreno.
- Reconocer el momento oportuno.
- Plantear el objetivo.
Explicar que hacer y para qué hacerlo. Saber si quién tiene que hacer posee los conocimientos/habilidades para hacerlo. Monitorear y evaluar para replantear y motivar los logros.
Hacer que suceda por sobre toda las cosas requiere de una atributo del liderazgo: inspirar en el otro, que vale que suceda, porque es mejor para todos. A los “empujones” puede que pase, pero nunca será duradero ni sustentable. Hacer que suceda tiene mucho que ver con preparar el campo, sembrar, regar, fertilizar, guiar, apalancar,… para recolectar los frutos.